LOS ESTABLECIMIENTOS

SUMARIO

  1. LOS TEJARES
  2. LAS POSADAS
  3. LOS MOLINOS
  4. LAS FÁBRICAS DE HARINA
  5. EL MERCADO
  6. LAS HUERTAS
  7. LOS CASINOS
  8. LOS CUARTELES DE LA GUARDIA CIVIL
  9. LA CASA DEL PUEBLO
  10. LA COMARCAL

LOS TEJARES

Los tejares existían en la Puebla desde los tiempos de los árabes; existían varios tejares cuyos dueños eran los siguientes personajes: Pepe Luna, José Pérez, Mostraor, Pérez Chía, El Tele, El Colorao, y otros. Estos tejares estaban situados en la carretera de Osuna y también los hubo al final de la Cuesta la Cilla, junto a la Sua. Hubo otro que le decían del Moronero, este no hacía ladrillos, hacía macetas, cántaros y varios cacharros más.
La elaboración del ladrillo consistía en amasar el barro en un hoyo, con tierra y agua; se amasaba con los pies, y una vez el barro hecho, se echaba en un molde de madera y se rellenaba el molde con barro, así hasta ocupar el terreno que ocupa el tejar. Una vez puestos al sol y secos, se metían en el horno, donde eran cocidos con ramón de los olivos; la fabricación del ladrillo macizo era muy trabajosa, ya que el ladrillero tenía que estar todo el día agachado. Este ladrillo existió aproximadamente hasta el año 1950, y después los tejares fueron equipados con maquinas modernas, y fabricaron el ladrillo de gafas, desapareciendo el macizo.

LAS POSADAS

Cinco posadas existieron en la Puebla, hoy ya desaparecidas y convertidas en viviendas casi todas y algunas en cocheras y talleres. En la calle Mesones había la de Curro Palazón, otra de su hermano Pepe, estas dos convertidas en viviendas y cocheras, la de Pedro Mota en la Plaza Vieja, convertida también en viviendas, en la calle Morón la de Juanito, convertida también en viviendas como las anteriores, en la calle Granada la de Galán y después fue del Nono, hoy Talleres Eléctricos.

LOS MOLINOS

Había en La Puebla un molino del pan, un molino de viento y varios de aceite.

El Molino del Pan fue un molino de harina donde se molía el trigo y otros cereales, que estaba situado en el puentecillo de la carretera de Osuna. Precisamente el río Corbones fue desviado por este sector para conseguir mover la máquina del trabajo de dicho molino, así al construirse dicho molino hubo que construir el puentecillo para el paso de las aguas. Este molino solucionó en la posguerra muchos problemas; con la harina que producía evitó hambre de pan, aunque fue perseguido y varias veces clausurado. También hubo en ese mismo lugar una central eléctrica donde se produjo la primera electricidad que proporcionó luz a la Puebla.

El molino de viento era un molino que existía en el antiguo garaje de los hermanos Gómez, frente a la Bodega de Fuentes; este molino estaba dedicado a la molienda del trigo para conseguir la harina.

En cuanto a molinos de aceite, hubo muchos en La Puebla; por ejemplo:
En la Calle Molinos estaban: el de Los Tristes (de Sánchez Báez), el de Paco Angulo, llamado de Poquito Pan, y el del Chino (Rafael Raya).
En la Puerta Ronda: el del Serio (Juan Gutiérrez) y el de “Tresnuo”.
En la Plaza Vieja: el de Ceporrino, y el del Gordo Ruiz.
En la Calle Morón: el de La Vapora.
En la Alegría: el de Ana Calderón, llamado de la Viuda.
En la Calle Sol: el de Fuentes, el de Cárdenas y el del Comparete.
En la calle la Luna posteriormente, también del Comparete.
En la Avenida de Antonio Fuentes: el de Fuentes.
En la calle la Cilla el de Agustín Palazón.
En la Cuesta de la Cilla el de Ignacio Vargas.
Frente al Paseo: el de Juan Romero.
En la Plaza de los Arquillos el de Carolina Benjumea
En la calle Fabrica el de Maria Calderón.
Y por ultimo otro en la Fuenlonguilla.
(Todos estos molinos están convertidos hoy en viviendas y en cocheras. )

LAS FÁBRICAS DE HARINA

Hubo en tiempos dos fabricas de harina en La Puebla: la primera, hoy convertida en viviendas, fue Jiménez y Compañía, en la Alegría, que fue heredada por los hermanos Antonio y Gabriel Gallardo. Esta fábrica se construyó aproximadamente a primeros del siglo XX y funcionó hasta los años mil novecientos cincuenta, en que fallecieron los hermanos Gallardo, siendo heredada por los hijos de estos, que no supieron administrar dicha fabrica.
Otra fábrica había cerca de Piyaya, y el dueño era Ramón Moreno de los Ríos; ésta duró poco tiempo por haberse arruinado el dueño, y ocurrió un accidente fatal de un trabajador llamado Manuel Polo, que lo cogió una correa produciéndole la muerte instantánea. Este accidente sucedió en 1924, y la víctima era un joven soltero, hijo del capataz de dicha fabrica. Su muerte fue muy sentida, y algunos años después fue cerrada la fábrica, así también como la otra fábrica fue cerrada en los años 1950, quedando así la Puebla sin ninguna fábrica de harinas.

EL MERCADO

El mercado era antiguamente un lugar cercano al paseo donde se reunían los compradores para la compra de animales para las labores, tan necesarios en aquellos tiempos en que no había tractores. Había compra, venta y cambio, había mucho movimiento de animales en aquellos tiempos siendo los gitanos los principales participantes en este mercado.

LAS HUERTAS

Hay varias huertas aquí en la Puebla, o mejor dicho hubo porque, aunque en el término de Marchena hubo varias y sus dueños fueron hijos de la Puebla, éstas no pertenecían a nuestro pueblo por su situación. Las que hubo: el huerto Guisado en Piyaya, la Breña pegando al Madroñal, en el Acebuche, en la Adelfa en el mismo rancho, y la de los Palominos en la Fuente Vieja.

LOS CASINOS

Primeramente se fundó la Peña Liberal, hoy desaparecida, en la calle Mesones esquina con la calle Pizarra; posteriormente el Casino Independiente, en la calle Victoria, donde esta hoy el Banco de Andalucía, después de Casino Independiente, el local fue sede del Partido Acción Popular, que fue incendiada dicha sede el l9 de julio de 1936; con anterioridad el Casino Independiente se había trasladado a donde hoy está instalado Banesto.
El Casino Artesano fue fundado después de 1930 en la calle Victoria, donde vive hoy Miguel “el Perucho”, y posteriormente se trasladó a la casa que fue de Eduardo Díaz, hoy el bar de Pantaleón. De este lugar fue nuevamente trasladado a la calle Victoria, a la casa que fue de Alejandro Moreno de Guerra, y últimamente se cambió a la misma calle Victoria donde reside actualmente.
También existió el Casino Radical Republicano, donde está hoy el Bar Central, en los tiempos de la Republica. Hubo una peña llamada de Andalucía sobre los años 1950, pero ésta duró poco tiempo, quedando disuelta poco después de su fundación.

LOS CUARTELES DE LA GUARDIA CIVIL

El cuartel de la Guardia Civil estuvo primeramente en la calle Victoria, donde hoy están las cocheras Victoria; posteriormente pasó a la Alegría, donde tienen hoy el taller los Sales, y actualmente se encuentra en la carretera de Morón, en un edificio que se terminó de construir el 1 de enero de 1969; también hubo en tiempos un cuartelillo en el cortijo de Coria, donde existen aún las ruinas.
También hubo en la Puebla, durante la guerra civil, cuarteles de la Falange y de los Requetés;el cuartel de la Falange, primeramente en la plaza del Ayuntamiento, junto a la barbería del Chumi; pasó después a la casa de Francisco Bohórquez, donde vive hoy Morilla, y por último en la casa de Ramón Moreno de los Ríos, hoy de las Cruzadas de Santa Maria de Gracia.
El de los Requetés existió solamente en los años 1936 al 39; éste estuvo instalado en la calle Pizarra, y posteriormente en la calle la Cruz esquina a calle Pizarra.

LA CASA DEL PUEBLO

La Casa del Pueblo estaba instalada primeramente en la calle Fuente Santa, donde esta hoy la UGT; después fue trasladada a una casa mayor que adquirieron en la calle Sol, hasta el año 1936, que desaparecieron los partidos políticos, entre ellos el PSOE, al que pertenecía la mencionada Casa del Pueblo.

LA COMARCAL

La Comarcal era un local donde se almacenaba el trigo que los agricultores tenían que entregar según el cupo, cantidad que cada uno tenía que entregar al Servicio Nacional del Trigo por obligación, al declarar la cosecha que hubiera recolectado. Como era natural lo pagaban, pero siempre menos de su valor. Después, los agricultores vendían el trigo más caro de lo que estaba tasado.
Sin embargo, poco después, en 1934, cuando el ministro de Agricultura de la Republica Marcelino Domingo exportó a la República Argentina una cantidad grande de trigo, no había quien quisiera trigo y el que compraba lo pagaba a bajo precio, teniendo que hacer un falso documento donde constaba que se había vendido por el precio de tasa oficial.
Estos almacenes de la Comarcal estaban instalados en las escuelas nacionales y cárcel (hoy Museo en la calle la Fábrica), y estaban dirigidos siempre por un delegado de fuera de la Puebla.


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